Encontré nuestras veladas, encontré nuestras sonrisas, te vi ante las lágrimas sin tener caricias, perdí todos los sueños, no recuerdo tu contacto, busqué bajo la cama las sábanas de nuestro cuarto, no tengo miedo a nada, solo anhelo tus abrazos...Encontré nuestro dolor pero del amor no hay rastro.
Princesa, siéntete en un tu juventud,
seca tus lagrimas y aleja las personas que te dañan.
Princesa vuelve a respirar.
Sin darle más mecha al asunto pásame ese cigarro, y que todo salte por los aires.
Se me enredó el corazón entre las sábanas.
A mi el silencio siempre me sabe a tus labios.
sé que fue un error sentir aquel calor en este invierno tan frío... En verdad ahora tu tormento es mi calma…
No hay comentarios:
Publicar un comentario