viernes, 13 de enero de 2012


Te pido perdón por las lagrimas que hice correr por tus mejillas delgadas. 
Mujer trabajadora, mujer que no tiene horarios pero le sobran ovarios, que se acuesta tarde por quedarse limpiando los pisos y se levanta temprano por ir al registro. Admiro como sin chaleco antibalas te salvas y soportas cada bala. Pienso salvar mi tesoro. Quiero sacar a  mamá del infierno en donde vive, llevarla al campo, a una casa donde se despierte con rayos de sol en la cara. Donde no tenga que esforzarse, donde descanse de toda la guerra que la rodea, poder decirle la batalla acabo, ya está ganada, y este es tu trofeo por ser como eres.
 

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