No hay
tiempo. Ignoramos los objetivos. Actuamos como si tuviésemos tiempo
de poder dormir dos horas más, no, acá ya no se
duerme, acá se descansa solo lo necesario.
Dejemos
de dormir, a veces dormimos en exceso, no queremos despertar porque
pensamos que los sueños solo están cuando dormimos... ¡BASTA!
Saquemos los sueños de la almohada llevándolos al mundo real. Que
esos sueños sean parte de estar despierto, que los podamos sentir, que se
conviertan en metas, en deseos.
Estamos
vivos hoy, entonces vivamos.
También
nos puede pasar de ir tan rápido que no llegamos a entender, necesitamos de un
momento para entender donde estamos, que queremos, que hacemos, que lograremos.
Proyectos
a futuro; el futuro es hoy.
Para que esperara a el futuro? Porque no nos levantamos de la cama y
salimos a buscarlo. Nos quedamos solo con el pensamiento de que en el futuro
pasara algo mejor. Dudamos que hacer en el presente porque tenemos miedo a
arruinar el futuro. ¿Pero que es el futuro? Si cada segundo que pasa ya es el
futuro. Hacemos que el futuro lleve nuestras cargas más pesadas… “en el futuro
seremos felices” “en el futuro cumpliremos nuestros sueños” Le damos al futuro
las responsabilidades que nosotros no queremos tener.
Lo cierto es que el futuro es incierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario